El éxito falso se captura con el selfie

Las personas andamos de afán por los días, tan apurados estamos, que vamos al trabajo con un vértigo tan agobiante como la espera por el viernes en la tarde, para que se nos olvide con el fin de semana que corremos para "ganarnos la vida". Los días en la oficina no tiene ni arco iris, ni lluvia, algunos ya ni recordamos la caricia del sol, ni el coquetear del viento, a costa de esperar el salario quincenal, para pagar deudas y rogar porque llegue la próxima ocasión de pago. Así de irónica resulta en tiempos modernos la vida, la ganamos mientras la perdemos.

Los sueños individuales hoy no se explican sin la comodidad del empleo, que nos asegura la comida, vivienda y servicios, sin embargo nos hace incierta la risa y la alegría. El puesto de trabajo nos individualiza, nos corroe, ya por estos tiempos no hay causas compartidas, el éxito falso hace clic con el selfie. Muestra de ello, en estos días vi a un compañero que dichoso etiquetaba su estado en facebook; "working", sin mas, una foto que se va a la nube del olvido y de nuevo con algo particular, la publicación es una oda a la soledad y al desespero. A la vida la tratamos de afán, como el apenado que quiere olvidar.



Propongo como regalo para estos días, regalarnos algo de lentitud, para poder identificar los detalles ¿o es que quién puede recordar algo con amor que le pasó a gran velocidad? ¿recuerdan el sonido del último olor? ¿la delicia de un lindo color? ¿la divinidad de la mejor canción? ¿la última grata conversación?. En nuestra memoria en cambio más cabe la rencilla, el defecto y desesperación. ¡Que el lunes a viernes no nos obnubile la ilusión!